Cuando Stephanie Rossi se convirtió en la asistente de Matthew Harding, él la recibió con escepticismo. Pero su eficiencia, su carácter directo y, por supuesto, la belleza que tanto se esforzaba por ocultar en el trabajo, no tardaron en hacer que Matthew cayera rendido a sus pies.
Tanto, que pensó que no le importaría acompañarla a la boda de su hermana, y no precisamente en calidad de jefe… Pero de repente, sin ninguna explicación, Stephanie decidió que quería marcharse del hotel… y de la vida de Matthew.