Los secretos se interponían entre ellos…
Matteo De Luca era un hombre sofisticado y atento… todo lo opuesto al joven rudo y grosero que había seducido a Stephanie y la había dejado embarazada.
En la idílica isla de Ischia, en la Bahía de Nápoles, Stephanie se encontró cara a cara con su primer amor. Pero aunque Matteo había adquirido el orgullo y refinamiento latinos, su físico seguía siendo de una atractiva dureza y su estilo de vida sorprendentemente humilde. Intrigada y desesperadamente atraída, Stephanie sucumbió a él, aun sabiendo que no habría futuro para ellos hasta que Matteo le revelase su secreto y ella le confesara el suyo: la existencia de su hijo.