El chantaje la había llevado hasta la cama de un millonario…
Una cazafortunas no era desde luego el ideal de mujer de Curt McIntosh, pero parecía que eso era lo que había encontrado con Rose Grey. Para Curt, sólo había una manera de arruinarle los planes… el chantaje.
En realidad, Rose era una muchacha inocente luchando por llegar a fin de mes y ahora se había visto obligada a cumplir las exigencias de Curt… Así había acabado haciéndose pasar por su amante. Pero las condiciones del trato no estaban del todo claras, pues Rose creía que la relación no era real… y sin embargo se había despertado desnuda en la cama de Curt…