¡Una cita con el enemigo!
En vez de estarse preparando para una importante reunión de negocios, Sara se estaba recuperando del plantón que le había dado un hombre al que nunca había visto. Cuando el atractivo Leo la sacó a bailar, la situación mejoró... hasta el momento en que le confesó que, afortunadamente, la desconocida con la que estaba citado no había aparecido.
Sara le habría perdonado aquellas palabras que salieron de su sensual boca si él no le hubiera hablado de los planes que tenía de construir en el terreno que ella quería comprar. Petrificada, aunque consciente del calor de los brazos que la rodeaban, recordó el dicho: "Mantén cerca a tus amigos y más cerca aún a tus enemigos".