Estar a dieta era duro, pero más duro era resistirse a los encantos de Rafe Webber, el atractivo playboy y mago de la cocina que de pronto había invadido el tranquilo retiro de Molly. Un retiro durante el cual aquella chica provinciana había prometido transformarse en una mujer completamente nueva. Sin embargo, con toda la carga sexual que desprendía aquel desconocido, estaba empezando a sentir un apetito con el que no estaba para nada familiarizada...
Rafe estaba acostumbrado a controlar todas las situaciones, tanto en el despacho como en la cocina, pero la cosa cambió cuando se encontró frente a la encantadora Molly Dewhurst. Molly se negaba a creer que aquel hombre tuviera buenas intenciones, pero Rafe estaba empeñado en demostrarle que estaban hechos el uno para el otro.