Maggie llega a El Daharia a restaurar el coche clásico del príncipe Qadir. Pero casi es despachada cuando él se da cuenta de que el mecánico es una mujer. La primera impresión del príncipe es espantosa, pero al final hay una cálida cercanía mutua por la pasión que comparten por los coches. Después él le pide a Maggie que finja ser su novia, y así poder rechazar a una prometida escogida para él, y ella acepta. Maggie pertenece a un mundo completamente diferente al del príncipe, por lo tanto, no cabe la posibilidad de que se puedan enamorar el uno del otro... ¿cierto?