Un padre para sus trillizos Missy Johnson, madre soltera, trabajaba mucho para ofrecerles a sus trillizos una infancia feliz y sin escaseces. Había conseguido montar un negocio de tartas a domicilio, aunque los inicios no estaban siendo muy fáciles. Todo cambió cuando el imponente Wyatt McKenzie regresó al pueblo, despertando en ella recuerdos que habría preferido dejar en el olvido. Pero, cuando vio lo bien que encajaba con sus hijos, ¡Missy se dio cuenta de que cinco podía ser el número perfecto!