Ya no era su amante, sino su esposa y madre de su hijo, pero… ¿y el amor? Lisane Deveraux había llegado a convencerse de que estaba satisfecha con la relación que tenía con el importante abogado Zac Winston. Durante un año había sido una importante abogada de día y la apasionada amante de Zac de noche. El matrimonio nunca había sido parte del trato… Pero un inesperado embarazo lo cambió todo. De pronto, Zac insistió en que se comprometieran, pero Lisane sospechaba que lo hacía sólo para proteger sus posesiones… su bella amante y su futuro heredero. Por el bien del bebé, Lisane se dispuso a desempeñar su nuevo papel de esposa de Zac, al menos en público, porque en privado seguiría siendo su amante… sabiendo que el amor nunca sería parte del trato.