En un momento de desesperación, Lily Bradshaw supo que lord Guy era su única esperanza para no volverse loca y proteger a su hijo, aunque eso supusiera volver a revivir deseos dormidos desde hacía mucho tiempo.
El vizconde Guy Duquesne estaba acostumbrado a protegerse del peligro, y algo le decía que la valerosa Lily Bradshaw era un espíritu afín. Había sobrevivido al secuestro, a la cárcel y a una terrible persecución antes de recurrir a él para pedirle que la ayudara… y se casara con ella.