Cuando recibió el encargo de rehabilitar aquella hermosa villa de la Toscana, Katie Carter sólo pudo pensar en la pasión que sentía por su trabajo. No imaginaba que el misterioso propietario de la villa, el conde Giovanni Amato, iba a despertar en ella otro tipo de pasiones muy diferentes.Giovanni sabía que tenía que hacerla suya y Katie sabía que no podría resistirse. Pero el conde tenía dos reglas que nunca rompía: en su vida no había lugar para una esposa… ¡y mucho menos para un bebé!