Lo único que el magnate deseaba era a su hijo...
Después de su matrimonio relámpago con el guapísimo millonario griego Angolos Constantine, Georgie descubrió que estaba embarazada. Estaba segura de que Angolos estaría encantado con la noticia, pero cuando se lo dijo, él le contestó que se marchara de su lado y no volviera jamás. Y eso fue lo que hizo. Él no había visto a su hijo... hasta ahora.
Angolos Constantine había creído que nunca tendría hijos, por lo que no podía dejar escapar un milagro como aquél. Aunque Georgie parecía odiarlo, él estaba empeñado en hacerse con lo que era legítimamente suyo...