Quizás Scott Tyler quisiera tener un apasionado encuentro sexual con Anya Adams, pero eso no quería decir que le cayera bien. De hecho, se las había arreglado para que la despidieran de su nuevo empleo.
Al darse cuenta de que había llegado demasiado lejos, Scott le ofreció a Anya un trabajo temporal en su propia casa; pero pronto descubrió que tenerla tan cerca todo el día era poner a prueba su autocontrol. En poco tiempo Scott no podía pensar en otra cosa que no fuera compartir la cama con Anya... noche tras noche.